MANBO KEY
Manbo Key es nativo de Taichung, ciudad ubicada en el centro de la costa oeste de la isla de Taiwán. Al graduarse de la universidad descubrió una cámara de 35 mm en una feria y en el intento de descubrir si funcionaba comenzó a disparar. Sus trabajos son la combinación de varias historias y una explosión de colores resultado de su cultura taiwanesa.
Al sacar una foto, Manbo piensa en el color y en la composición de la imagen. A veces se encuentra en situaciones que sobrepasan su creatividad y comienza a disparar pero no considera éstas situaciones meramente accidentales, sino como una combinación de aquellas historias y metáforas que alguna vez llego a idear en su imaginación.
“Es como mantener un diario. Quiero recordar todo lo sucedido, mis pensamientos, mis sentimientos y las ideas que estuvieron en momentos pasados; así es como continuo sacando fotografías. Mis fotos son mis memorias, son la gente que conocí y las cosas que he visto”.
La fotografía tiene una gran influencia sobre Manbo, realza su personalidad y lo vuelve más observador, más objetivo y más consciente. Le gusta fotografiar personas en estados de reflexión inducidos por cualquier sentimiento de tristeza o de fatiga, o emociones fuertes como de felicidad o de excitación. Prefiere las cámaras analógicas así no puede ver el resultado instantáneamente. Solo después de haber revelado el rollo puede ver los resultados; como una caja sorpresa. Siempre busca esa combinación de excitación y de sorpresa. Busca viajar a lugares desconocidos para ejecutar nuevas ideas. Así es como mantiene vivo ese sentimiento.
Prefiere estar en cierto ambiente y observar. Cuando hay personas de por medio prefiere involucrarse y conocer de cierta manera a la persona. Minimizando así la distancia y maximizando el grado de entendimiento entre el sujeto y el fotógrafo. Ese tipo de familiaridad es lo que le inspira.
Para Manbo las mejores capturas son aquellas que el fotógrafo retrata para reclamar la veracidad de ciertos objetos pasados por alto. Manbo ve en esto un proceso en donde los objetos reales pero banales se vuelven “más reales” para las personas…“No es que no puedan verlos con sus propios ojos, es solo que sus ojos y sus conciencias no pueden traducir la belleza de dicho objetos sin la ayuda de la fotografía”.